HISTORIAS

Casa de la Trova en Santiago de Cuba: un monumento a la historia musical y un testimonio de la tradición trovera

Una tradición que tradiciende años de historia y resiste el paso del tiempo, para convertirse en un legado vivo que se transmite de generación en generación.

Margarita Orozco 18 de mayo de 2023 · 5 min. lectura
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Su historia se remonta a la década de 1940, cuando Virgilio Palais, un amante de la música, abrió un pequeño negocio en la casa que había pertenecido al músico Rafael Salcedo de las Cuevas (1844-1917). Este lugar se convirtió en un punto de encuentro para los músicos locales, quienes venían a “matar el aburrimiento” tocar y compartir su amor por la música tradicional.

Con el tiempo, el sitio se transformó en un punto de encuentro para trovadores y fue testigo del gran talento de muchas de las glorias de la música tradicional cubana. El 19 de marzo de 1968, en un aniversario del natalicio del gran Pepe Sánchez, se inauguró en el lugar la primera Casa de la Trova de Cuba. Más tarde, se le sumaron a la instalación algunos espacios colindantes, con el fin de adecuarla a las nuevas funciones. 

La Casa de la Trova es hoy un emblema de la cultura cubana y un testimonio viviente de la rica tradición musical de la isla. Sus visitantes pueden disfrutar de la música en vivo de los trovadores locales, quienes interpretan géneros tradicionales como el bolero y la guajira. Además, es un semillero de talento, que ha dado ha dado a conocer a artistas de la talla de Compay Segundo, Eliades Ochoa y Omara Portuondo.

Además de su legado histórico-musical, su arquitectura es en sí emblema del paso del tiempo en la isla. Presente en una construcción de estilo colonial, en la calle Heredia, entre San Félix y San Pedro, —corazón de Santiago de Cuba— cuenta con un patio interior donde se realizan las presentaciones musicales, una galería de arte y un bar, que permiten a los visitantes disfrutar de sus mejores vidas al son de la música que enriquece el ambiente.

Si la cultura hispana hoy tiene que agradecer es la resistencia de Virgilio a abandonar aquella casa en 1959. Desde entonces, no había personalidad que no visitara la Casa de la Trova ni música que no se tejiera entre interpretaciones y conversaciones. Es un legado que aún perdura y que alcanza todas las latitudes, con eventos insignia como El Festival Internacional de la Trova “Peque Sánchez” o las serenatas o rondas de trovadores, típicos los sábados por la noche.

No es de extrañar que su influencia sea tal que haya inspirado festivales en Colombia, como la Feria de las Flores, el Festival de la Trova Picante o el Festival de Reyes de la Trova. 

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